jueves, 27 de septiembre de 2007

SIEMPRE HAY LUCES EN LA MEMORIA

MEMORIAS

No puedo encender la lámpara aún,
El aire (aquí) es raro….detiene el alba.
Me inquieta este plato vacío.

Lo sé, no demora el café
¿Y el aroma?
¿Me acompañará hasta lo más distante?.

Quiero ver saltar el sol por mi ventana,
Lo llevaré en mi partida como encendido
Candil en las memorias.
Donde yo parto
No amanece con la luz del alba
Siempre permanece encendida una luz.


Eduardo Cueva

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