jueves, 27 de septiembre de 2007

LLEVANDO LOS VERSOS A LA CAMA PARA HACERLOS PARTE DEL BUZON DE LOS SUEÑOS

“Que los cojos
Vengan a narrarme
Su muleta…” J.G.R
POEMA

Mi cama
es un poema de versos sueltos.

Lleva de catre
trenzados símiles
que hacen más cálida la noche
Sus patas
son dos versos inconclusos
que la hacen desigual,
las otras dos
son unos ladrillos armonizados
como sonetos de vanguardia,
haciéndola un único poema.

Mi cama
acoge a muchos viajeros,
hace suyo los cuerpos
como quien hace suyos del imperio.

La espuma que amortigua
se ha inventado a manera de jitanjáfora
la misma que da forma a mi cuero de lagar.

La pobre gime
cuando paseo a mi amor
por sus dimensiones
de lado a lado
de beso en beso.

Mi cama
es un poema de versos sueltos
y espera que alguien más que yo
la reconozca como tal.

Eduardo Cueva

DESVELO CON AROMA A MANZANA

MARTICAL

La noche y su mudez
Se han propuesto entretener al sueño.

Martical desnuda su aliento
de manzana durante noches eternas,
alucina entre hiervas puberales.

Sin esperarlo
Invaden sus violentos cantos;
Se escuchan como eco hueco.
Luego...
Lo que apareció después
Voló más tarde con el sol.


Eduardo Cueva

LLORANDO A UN CAMARADA QUE SIEMPRE SE NOS VA...

CAMARADA AUSENTE

Mi comida de pobre
Idolatra a un pan transfigurado.

Deambula tu imagen de esqueleto
Anunciando el margen de tu nombre.

Sino hubieras volado al cielo
Serías compañera de la leche
Amante de mi hiervaluisa.

Un cuchillo amenaza con aniquilarte.

Camarada de trigales
Has abandonado el infierno
Que purifica mezquinamente tu cuerpo.

Los que más te lloran
Son los que siempre te han querido.
Eduardo Cueva

SIEMPRE HAY LUCES EN LA MEMORIA

MEMORIAS

No puedo encender la lámpara aún,
El aire (aquí) es raro….detiene el alba.
Me inquieta este plato vacío.

Lo sé, no demora el café
¿Y el aroma?
¿Me acompañará hasta lo más distante?.

Quiero ver saltar el sol por mi ventana,
Lo llevaré en mi partida como encendido
Candil en las memorias.
Donde yo parto
No amanece con la luz del alba
Siempre permanece encendida una luz.


Eduardo Cueva